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Actualidad

La bellota de la dehesa: El secreto del sabor ibérico

La dehesa es un lugar único, un paraíso para los cerdos ibéricos que pueden disfrutar de las características que ofrece este ecosistema mediterráneo tan peculiar. Sin ir más lejos, se podría afirmar, sin un abismo de equivocación, que la dehesa nace para el cerdo ibérico y que éste nace para la dehesa, dónde se cría libre, ejercitando sus músculos y alimentándose casi principalmente de bellota.

¿Qué aporta la alimentación con bellotas al jamón ibérico?

El sabor del jamón de bellota ibérico no tiene nada que ver con sabor del resto de jamones que encontramos en el mercado, éste posee unos aromas inconfundibles que les aporta el consumo de bellota de los animales en la dehesa.

Las bellotas son una fuente de ácido oleico, antioxidantes e hidratos de carbono, muy ricas en materia grasa, lo que supone una alimentación muy saludable para el animal, y que se traduce después en un jamón de una calidad excepcional, una textura y un sabor únicos, marcados por las infiltraciones de grasa baja en colesterol tan características del jamón de bellota ibérico. Estas infiltraciones de grasa en sus músculos se producen gracias al ejercicio que le permite vagar libremente por la dehesa.

Las bellotas y la dehesa

La bellota es el fruto de la encina, el alcornoque y otras variedades de árboles de la familia Quercus, que forman el paraje de la dehesa. Cuando se inicia la montanera y los cerdos ibéricos llegan a la dehesa, generalmente a finales de octubre, también es el momento ideal de maduración de la bellota, que comienza a caer al suelo al alcance de los animales para su disfrute.

Por otra parte, el consumo de bellotas por el animal no es como muchos se imaginan, el cerdo ibérico se dedica a buscar en la dehesa las bellotas más maduras, que a su vez serán las de mayor dulzor, las mete en la boca y las mordisquea inicialmente con el objetivo de pelarlas y así facilitar su digestión.

Si todavía no has probado un jamón de bellota 100% ibérico criado y alimentado en libertad en la dehesa salmantina y con D.O Guijuelo échale un vistazo a nuestra tienda online ¡No has probado nada igual!

La bellota de la dehesa: El secreto del sabor ibérico

La dehesa es un lugar único, un paraíso para los cerdos ibéricos que pueden disfrutar de las características que ofrece este ecosistema mediterráneo tan peculiar. Sin ir más lejos, se podría afirmar, sin un abismo de equivocación, que la dehesa nace para el cerdo ibérico y que éste nace para la dehesa, dónde se cría libre, ejercitando sus músculos y alimentándose casi principalmente de bellota.

¿Qué aporta la alimentación con bellotas al jamón ibérico?

El sabor del jamón de bellota ibérico no tiene nada que ver con sabor del resto de jamones que encontramos en el mercado, éste posee unos aromas inconfundibles que les aporta el consumo de bellota de los animales en la dehesa.

Las bellotas son una fuente de ácido oleico, antioxidantes e hidratos de carbono, muy ricas en materia grasa, lo que supone una alimentación muy saludable para el animal, y que se traduce después en un jamón de una calidad excepcional, una textura y un sabor únicos, marcados por las infiltraciones de grasa baja en colesterol tan características del jamón de bellota ibérico. Estas infiltraciones de grasa en sus músculos se producen gracias al ejercicio que le permite vagar libremente por la dehesa.

Las bellotas y la dehesa

La bellota es el fruto de la encina, el alcornoque y otras variedades de árboles de la familia Quercus, que forman el paraje de la dehesa. Cuando se inicia la montanera y los cerdos ibéricos llegan a la dehesa, generalmente a finales de octubre, también es el momento ideal de maduración de la bellota, que comienza a caer al suelo al alcance de los animales para su disfrute.

Por otra parte, el consumo de bellotas por el animal no es como muchos se imaginan, el cerdo ibérico se dedica a buscar en la dehesa las bellotas más maduras, que a su vez serán las de mayor dulzor, las mete en la boca y las mordisquea inicialmente con el objetivo de pelarlas y así facilitar su digestión.

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