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Propiedades de la grasa del jamón ibérico

Una de las características principales del jamón ibérico es el alto porcentaje de grasa intramuscular que posee. Esto no sólo hace que sea uno de los manjares culinarios más apreciados sino que también lo convierte en un alimento cardiosaludable. Así como lo lees, la grasa del jamón ibérico es una excelente aliada para tu salud y en este artículo te contamos por qué.

A diferencia de lo que sucede con los jamones serranos, cuando se analiza un Jamón Ibérico criado en la dehesa da como resultado un excelente perfil lipídico, esto quiere decir que cuenta con una baja proporción de grasas saturadas y alta proporción de ácidos grasos monoinsaturados.

Los ácidos grasos monoinsaturados son los que denominan ácido oleico y es el mismo que está presente en el aceite de oliva virgen. Estas grasas tienen efectos beneficiosos para la salud cardiovascular porque, según se ha demostrado en rigurosos estudios científicos, su consumo moderado produce un efecto beneficioso sobre el colesterol en sangre, propiciando un incremento del colesterol beneficioso (HDL) y reduciendo el colesterol perjudicial (LDL).

La proporción total de ácidos grasos insaturados en la grasa del jamón ibérico de Bellota es mayor al 75%, lo que la convierte en la más cardiosaludable de todas las grasas animales conocidas, incluso más que algunas grasas de origen vegetal.

Pero el mérito de estas propiedades beneficiosas no es únicamente de la raza de los cerdos, sino que influyen en gran medida las condiciones de alimentación y de engorde de los animales. Existe una gran diferencia entre los cerdos criados en la libertad de las dehesas y aquellos estabulados en corrales. Gracias a esta libertad en la dehesa, la grasa se infiltra entre la carne y la alimentación a base de bellotas y hierba es la que hace que luego contenga esas especiales características de las que hemos hablado.

Cabe aclarar, que cuando hablamos de la grasa del jamón ibérico nos referimos a aquella que es comestible. Esta grasa suele ser blanquecina o rosácea y aparece junto a la carne del jamón, con una textura en boca agradable y un sabor incomparable. Por otra parte, la grasa que no debe comerse es de color amarillento y se encuentra en el exterior del jamón. Esta grasa de cobertura es un indicador de la calidad del jamón, ya que cuanto menos tenga, mayor calidad el producto, pero debe ser retirada al momento del corte.

La calidad de la grasa del jamón ibérico no es el único beneficio para tu salud, pero te contaremos acerca de sus otras cualidades en otro artículo. Ahora ya sabes, no tienes que quitarle la grasa a tus lonchas de jamón ibérico, sino que puedes disfrutar de su inigualable sabor y de todos los aportes nutricionales de este alimento de tanta calidad sin culpa.

Propiedades de la grasa del jamón ibérico

Una de las características principales del jamón ibérico es el alto porcentaje de grasa intramuscular que posee. Esto no sólo hace que sea uno de los manjares culinarios más apreciados sino que también lo convierte en un alimento cardiosaludable. Así como lo lees, la grasa del jamón ibérico es una excelente aliada para tu salud y en este artículo te contamos por qué.

A diferencia de lo que sucede con los jamones serranos, cuando se analiza un Jamón Ibérico criado en la dehesa da como resultado un excelente perfil lipídico, esto quiere decir que cuenta con una baja proporción de grasas saturadas y alta proporción de ácidos grasos monoinsaturados.

Los ácidos grasos monoinsaturados son los que denominan ácido oleico y es el mismo que está presente en el aceite de oliva virgen. Estas grasas tienen efectos beneficiosos para la salud cardiovascular porque, según se ha demostrado en rigurosos estudios científicos, su consumo moderado produce un efecto beneficioso sobre el colesterol en sangre, propiciando un incremento del colesterol beneficioso (HDL) y reduciendo el colesterol perjudicial (LDL).

La proporción total de ácidos grasos insaturados en la grasa del jamón ibérico de Bellota es mayor al 75%, lo que la convierte en la más cardiosaludable de todas las grasas animales conocidas, incluso más que algunas grasas de origen vegetal.

Pero el mérito de estas propiedades beneficiosas no es únicamente de la raza de los cerdos, sino que influyen en gran medida las condiciones de alimentación y de engorde de los animales. Existe una gran diferencia entre los cerdos criados en la libertad de las dehesas y aquellos estabulados en corrales. Gracias a esta libertad en la dehesa, la grasa se infiltra entre la carne y la alimentación a base de bellotas y hierba es la que hace que luego contenga esas especiales características de las que hemos hablado.

Cabe aclarar, que cuando hablamos de la grasa del jamón ibérico nos referimos a aquella que es comestible. Esta grasa suele ser blanquecina o rosácea y aparece junto a la carne del jamón, con una textura en boca agradable y un sabor incomparable. Por otra parte, la grasa que no debe comerse es de color amarillento y se encuentra en el exterior del jamón. Esta grasa de cobertura es un indicador de la calidad del jamón, ya que cuanto menos tenga, mayor calidad el producto, pero debe ser retirada al momento del corte.

La calidad de la grasa del jamón ibérico no es el único beneficio para tu salud, pero te contaremos acerca de sus otras cualidades en otro artículo. Ahora ya sabes, no tienes que quitarle la grasa a tus lonchas de jamón ibérico, sino que puedes disfrutar de su inigualable sabor y de todos los aportes nutricionales de este alimento de tanta calidad sin culpa.